El resultado resulta llamativo: en ausencia de diferencias significativas en los resultados de los alumnos en exámenes de admisión y cualificación, el grupo que recibió la clase vía podcast recibió puntuaciones significativamente más altas que las de aquellos que acudieron a la clase presencial. Dentro del grupo de usuarios de podcast, los estudiantes con calificaciones más elevadas correspondieron a aquellos que tomaron apuntes adicionales al escuchar la grabación, mientras que aquellos que simplemente escucharon la grabación obtuvieron notas similares en el test de diferencia de medias a las de los alumnos que acudieron a clase y tomaron apuntes en ella.
¿Conclusiones? Teniendo en cuenta las limitaciones del experimento, todo parece indicar que la fijación del conocimiento en clases magistrales se produce en la toma de apuntes y en su posterior estudio, pero que la presencia del profesor no supone una ventaja más allá de la posibilidad de solicitar una aclaración o que modere la velocidad para facilitar la toma de apuntes. La sustitución del profesor por un podcast, en el que el alumno puede manejar la velocidad mediante la pausa y escuchar la clase varias veces si lo desea, parece que podría incluso plantear una ventaja. Obviamente, las conclusiones no están validadas para cualquier tipo de contenido, edad o nivel académico, y se extienden únicamente a materias impartidas mediante la metodología de clase magistral, pero no por ello dejan de ser interesantes: para muchos contenidos, podría resultar que el formato de comunicación ideal no fuese la interacción directa con el profesor, sino con un medio, como el podcast, sobre el que el alumno mantiene un mayor nivel de control. Esto abre vías para un gran número de posibilidades, que van desde el poder asistir a las clases del profesor que escojas - como ya ocurre en muchos casos en iTunesU - hasta el planteamiento de un uso más eficiente del tiempo de interacción en clase: formatos menos pasivos e unidireccionales, más centrados en el aporte de los alumnos y en la interiorización de los conceptos a través de su manejo en discusiones activas y en su preparación.
La experiencia que nos comparte Dans, nos permite concluir que, en los países latinos el uso de las TICs como herramientas de apoyo en la enseñanza aprendizaje se encuentra en su génesis; por tanto, es primordial que las instituciones que administran la educación impulsen el desarrollo de herramientas de esta naturaleza, a fin de desarrollar una educación a la par de un mundo globalizado, y por ende, mejorar en algo la educación de nuestros los pueblos, que de paso ha venido de menos en las últimas décadas.
Fuente: Enrique Dans, Edufuturo, Eduteka