El profesor de la UIB (Universitat de les Illes Balears) Rubén Comas, en uno de sus varios artículos, sobre el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación TICs y la internet por parte de los jóvenes, da su opinión por demás valedera para nuestra sociedad: “…el Internet se está convirtiendo en el único espacio de socialización”; en consecuencia, según Comas, "...aquellos que no utilicen las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) corren el riesgo de una marginación digital", que puede provocar una nueva forma de marginacion con "algún tipo de desocialización del individuo”.
Rubén Comas resalta la "importancia" de que los jóvenes utilicen estos nuevos medios de comunicación, siempre y cuando sean conscientes de que "no mejoran su vida por generar más necesidades de tipo tecnológico", sino que, según apuntó, es fundamental saber para qué se utiliza esa tecnología.
Dice Comas, "Antes, los jóvenes iban a la plaza del pueblo y hablaban y ahora hablan de lo mismo, pero han cambiado los canales de comunicación y los espacios de socialización", al tiempo que consideró que el uso de Internet no está restando tiempo a los adolescentes para hacer otro tipo de actividades académicas o deportivas, sino que "en lugar de ver la tele, se encierran en la habitación para hablar con sus compañeros de clase".
Mientras eso pasa con la sociedad en general, la realidad de las comunidades rurales en un país tercermundista es completamente diferente. En estos lugares, las necesidades básicas aun no están cubiertas, más aún, los instalaciones físicas de los centros educativos en donde los niños reciben sus enseñanzas se encuentran en condiciones no adecuadas. Tanto es así que tener una escuela rural con un laboratorio que permita el aprendizaje sobre los medios electrónicos de comunicación, es sencillamente un sueño o una utopía que esta lejano hacerse realidad.
La inversión social se destina a cubrir las necesidades más vitales de la población y la inversión en infraestructura para la enseñanza-aprendizaje que involucre tecnologías de información y comunicación, ocupan los últimos lugares en la escala de prioridades de los gobiernos centrales. Mientras tanto, la sociedad en la era del conocimiento está viviendo un mundo globalizado, cambiante y las condiciones de acceso a la actividad laboral exigen un mayor conocimiento e integración al uso de las tecnología de información y comunicación; de otra forma los que no conocen el uso de estas herramientas se excluyen de las oportunidades de empleo, del desarrollo económico, político, social, tecnológico, entre otros aspectos de productividad y búsqueda de un mejor vivir.
En la llamada era digital, la educación que involucre el uso de las tecnologías de información y comunicación TIC es primordial y prioritario. No es menos cierto que los gobiernos locales o nacionales han generado costosas campañas que hablan de reducir brecha la brecha digital en estos pueblos, pero, al menos en los pueblos indígenas rurales ya no es solo una brecha, hasta parece que se ha convertido en un un abismo digital.
Las comunidades rurales, convencidas de su autogestión y el trabajo comunitario, en respuesta a esta “marginación” digital, en base a sus propios recursos, limitados y escasos, se están organizando en poner en marcha los telecentro comunitarios, espacios de interaprendizaje en conexión mediante el uso de la tecnología.
En ya varias experiencias a nivel país y latinoamerica, las y los jóvenes capacitados en los telecentro ahora se encuentran ocupando puestos remunerados con la confianza que sienten al utilizar la computadora y la Internet. Como también hay jóvenes capacitados en los telecentros que han generado su propia microempresa, que apoya a la comunidad de su entorno.
Los docentes de las escuelas rurales, no se han quedado atrás en involucrarse en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación TICs, a fin de actualizar sus conocimientos para la enseñanza más dinámica con sus estudiantes.
Como es de esperar, todo conocimiento nuevo contribuye al desarrollo económico familiar, por ende de la comunidad de cada individuo. Esperamos que estas iniciativas de varias comunidades, contribuyan al estrechamiento de la brecha digital que cada día está más grande en un país tercermundista como el nuestro.
Fuente: Adicción a Internet, Infodesarrollo,
Dice Comas, "Antes, los jóvenes iban a la plaza del pueblo y hablaban y ahora hablan de lo mismo, pero han cambiado los canales de comunicación y los espacios de socialización", al tiempo que consideró que el uso de Internet no está restando tiempo a los adolescentes para hacer otro tipo de actividades académicas o deportivas, sino que "en lugar de ver la tele, se encierran en la habitación para hablar con sus compañeros de clase".
Mientras eso pasa con la sociedad en general, la realidad de las comunidades rurales en un país tercermundista es completamente diferente. En estos lugares, las necesidades básicas aun no están cubiertas, más aún, los instalaciones físicas de los centros educativos en donde los niños reciben sus enseñanzas se encuentran en condiciones no adecuadas. Tanto es así que tener una escuela rural con un laboratorio que permita el aprendizaje sobre los medios electrónicos de comunicación, es sencillamente un sueño o una utopía que esta lejano hacerse realidad.
La inversión social se destina a cubrir las necesidades más vitales de la población y la inversión en infraestructura para la enseñanza-aprendizaje que involucre tecnologías de información y comunicación, ocupan los últimos lugares en la escala de prioridades de los gobiernos centrales. Mientras tanto, la sociedad en la era del conocimiento está viviendo un mundo globalizado, cambiante y las condiciones de acceso a la actividad laboral exigen un mayor conocimiento e integración al uso de las tecnología de información y comunicación; de otra forma los que no conocen el uso de estas herramientas se excluyen de las oportunidades de empleo, del desarrollo económico, político, social, tecnológico, entre otros aspectos de productividad y búsqueda de un mejor vivir.
En la llamada era digital, la educación que involucre el uso de las tecnologías de información y comunicación TIC es primordial y prioritario. No es menos cierto que los gobiernos locales o nacionales han generado costosas campañas que hablan de reducir brecha la brecha digital en estos pueblos, pero, al menos en los pueblos indígenas rurales ya no es solo una brecha, hasta parece que se ha convertido en un un abismo digital.
Las comunidades rurales, convencidas de su autogestión y el trabajo comunitario, en respuesta a esta “marginación” digital, en base a sus propios recursos, limitados y escasos, se están organizando en poner en marcha los telecentro comunitarios, espacios de interaprendizaje en conexión mediante el uso de la tecnología.
En ya varias experiencias a nivel país y latinoamerica, las y los jóvenes capacitados en los telecentro ahora se encuentran ocupando puestos remunerados con la confianza que sienten al utilizar la computadora y la Internet. Como también hay jóvenes capacitados en los telecentros que han generado su propia microempresa, que apoya a la comunidad de su entorno.
Los docentes de las escuelas rurales, no se han quedado atrás en involucrarse en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación TICs, a fin de actualizar sus conocimientos para la enseñanza más dinámica con sus estudiantes.
Como es de esperar, todo conocimiento nuevo contribuye al desarrollo económico familiar, por ende de la comunidad de cada individuo. Esperamos que estas iniciativas de varias comunidades, contribuyan al estrechamiento de la brecha digital que cada día está más grande en un país tercermundista como el nuestro.
Fuente: Adicción a Internet, Infodesarrollo,