lunes, abril 10, 2006

LA CUARTA REVOLUCION EDUCATIVA LLEGA CON FUERZA

Este periodo se caracteriza por la utilización del conocimiento y la tecnología. La tradicional aula de clase se transforma paulatinamente en “aula virtual”

Una revolución silenciosa a comenzado: la revolución microelectrónica. Es un nuevo paradigma que, al decir de José Joaquín Brunner, constituye “una revolución mayor a la industrial, que está dando paso a un nuevo tipo de organización social –de trabajo, los intercambios, las experiencias y las formas de vida y poder- que se sustente cada vez más intensa del conocimiento y las tecnologías”.

La educación se encuentra ante nuevos escenarios y desafíos. Se vaticina un giro radical, tan importantes como los eventos que dieron origen a la escuela, luego a la educación pública y más tarde a la enseñanza masiva, es decir, a las tres revoluciones que alteraron de raíz el sistema educacional que, como todos sabemos, no se desenvuelve con autonomía sino mas bien tiende a ser “el espejo de la sociedad”.

La cuarta revolución “la de la Tecnología de Información y la Comunicación TICs” está transformando silenciosamente la estructura y las teorías donde se desenvolvían la escuela y los aprendizajes.

Lo curioso es que estos drásticos cambios guiados por fuerzas intelectuales y tecnológicas –y obviamente las económicas y políticas-, se hallan fuera del control de la comunidad educativa.

Las diferencia entre los cambios anteriores y el actual estriba en que no se trata de que el conocimiento juegue un papel relevante en la economía, en la política, en la cultura y en la educación. Ahora, las nuevas tecnologías “son procesos a ser desarrollados y no herramientas para ser aplicadas”.

La incidencia de la globalización en la educación es evidente. La primera constatación es que los aprendizajes han salido de la escuela que, por antonomasia, ha sido considerada como el “templo del saber”. Los niños y los jóvenes, incluso los adultos, con el desarrollo del programa de educación a distancia, aprenden ahora en los sistemas audiovisuales e interactivos, con mayor rapidez que en los sistemas presenciales.

La tradicional aula de clase se transforma paulatinamente en el “aula virtual” y el currículo se expande hacia el infinito.
La revolución de los aprendizaje ha llevado ha algunos países a ajustar sus economías y, al mismo tiempo, mejora el capital humano, para atraer la inversión extranjera. También a establecer sistemas de pruebas estandarizadas de comparación internacional, que presionan a otro estado a adoptar niveles de logro académico, de la equidad y la cohesión social.

Esta convergencia entre computación, educación y comunicación ha alterado a la familia, el trabajo, el comercio, la conversación, el aprendizaje y el ocio.
El riesgo, muy cierto, es que los procesos y los productos culturales, incluida la educación, podrían caer dentro de la égida del mercado, donde los signos, las imágenes, los valores, las creencias, los conocimientos y las informaciones circulan a velocidades impresionantes, convertidos todos en objetivos clientelares.

Fuente: Revista EducAcion /miércoles 5 de abril del 2006,pg 9

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