Al hablar del cartero me viene a la mente “Jaimito el cartero”, de la serie cómica “El Chavo del 8”, en donde, Jaimito llega a la vecindad trayendo una abultada maleta llena de misivas. Con el pasar de los años, el cumplimiento de su deber se ha dificultado, debido a que la familia abandona la casa en horas laborables. A fin de saldar ésta dificultad optaron por colocar el buzón de cartas en la puerta o en un lugar visible de la vivienda, con el propósito que el cartero deposito deposite las cartas.
Actualmente todavía encontramos al tradicional buzón de cartas, que sirve como reservorio de documentos y propagandas que no han sido recogidas por un tiempo considerable, y en el mejor de los casos el buzón es abierto mensualmente para recoger las tradicionales planillas de luz, agua u otros servicios básicos, de instituciones que aún todavía no han incorporado el servicio de atención al cliente al nivel virtual.
Esta forma de recoger la información, cada día se pone caduca, frente a la evolución de las Tecnologías de Información y Comunicaciones TICs, que se ha convirtiendo en el medio más eficaz y eficiente de entrega y recepción de mensajes y cartas personales con información interesante y actualizada.
Enrique Dans en su tradicional columna Libertad digital, al referirse al buzón de cartas... escribe, “Nada, absolutamente nada de lo que recibo a través del buzón me resulta interesante. Por una mera razón de universalidad, resulta ser el canal utilizado por aquellas entidades lo suficientemente rancias como para negar conceptualmente la existencias de otros medios mas eficiente....”. Comentario acertado en estos tiempos, a sabiendas que la evolución de la tecnología de información y comunicación, ha roto todo tipo de barreras en el tiempo y espacio, que a más de ser un medio de entrega de información suministra servicios adicionales, como el negocio electrónico, publicidad virtual y una gama de servicios adicionales que facilita al usuario estar suministrado con más información actualizada.
El buzón de cartas y su cartero, con el avance tecnológico se ha convertido en un grupo de bits electrónicos a lo que se conoce como e-mail o correo electrònico, que junto con una dirección virtual se presenta como una “bandeja de entrada” en la web al servicio de los usuarios cada vez más exigentes. Con este panorama nada alentador de superviciencia del buzón y su personaje tiene sus días contados de existencia.
El aumento exponencial de usuarios registrados en casilleros electrónicos, nos hace pensar que en unos pocos meses o años, el buzón de cartas habrá cumplido su vida útil al servicio de la comunidad.
Fuente: libertad digital, Enrique Dans, Nancy Quishpe S.
Actualmente todavía encontramos al tradicional buzón de cartas, que sirve como reservorio de documentos y propagandas que no han sido recogidas por un tiempo considerable, y en el mejor de los casos el buzón es abierto mensualmente para recoger las tradicionales planillas de luz, agua u otros servicios básicos, de instituciones que aún todavía no han incorporado el servicio de atención al cliente al nivel virtual.
Esta forma de recoger la información, cada día se pone caduca, frente a la evolución de las Tecnologías de Información y Comunicaciones TICs, que se ha convirtiendo en el medio más eficaz y eficiente de entrega y recepción de mensajes y cartas personales con información interesante y actualizada.
Enrique Dans en su tradicional columna Libertad digital, al referirse al buzón de cartas... escribe, “Nada, absolutamente nada de lo que recibo a través del buzón me resulta interesante. Por una mera razón de universalidad, resulta ser el canal utilizado por aquellas entidades lo suficientemente rancias como para negar conceptualmente la existencias de otros medios mas eficiente....”. Comentario acertado en estos tiempos, a sabiendas que la evolución de la tecnología de información y comunicación, ha roto todo tipo de barreras en el tiempo y espacio, que a más de ser un medio de entrega de información suministra servicios adicionales, como el negocio electrónico, publicidad virtual y una gama de servicios adicionales que facilita al usuario estar suministrado con más información actualizada.
El buzón de cartas y su cartero, con el avance tecnológico se ha convertido en un grupo de bits electrónicos a lo que se conoce como e-mail o correo electrònico, que junto con una dirección virtual se presenta como una “bandeja de entrada” en la web al servicio de los usuarios cada vez más exigentes. Con este panorama nada alentador de superviciencia del buzón y su personaje tiene sus días contados de existencia.
El aumento exponencial de usuarios registrados en casilleros electrónicos, nos hace pensar que en unos pocos meses o años, el buzón de cartas habrá cumplido su vida útil al servicio de la comunidad.
Fuente: libertad digital, Enrique Dans, Nancy Quishpe S.
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