jueves, abril 12, 2007

La conducta y la ética en las publicaciones Web


En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, a la conducta se la define como una manera con que los hombres gobiernan su vida. La conducta del ser humano es definida desde su niñez, ya que es tomada de todo el medio que lo rodea.

Por tanto la conducta rige en todo el comportamiento del ser humano en la sociedad; en la era de la efervescencia de la Tecnología de Información y Comunicación TICs, se ha visto necesario acogernos a normas bàsicas de conducta y la ètica debido a que los sitios de publicación, como los casilleros electrónicos, blogger, paginas Web, espacios de comentarios y más herramientas de comunicación, se han convertido en espacios de discusión mal sana por parte de personas con poco sentido de responsabilidad, incluso en sus escritos han llegado a utilizar términos soeces que salen del sentido común de un comportamiento social bajo valores de ética y la moral, transformándose el material publicado en simple basura de la Web.

Me parece fundamental que el tema se trate con la importancia que amerita, debido a que se ha tornado en una verdadera lacra del entorno conversacional que está empezando a edificarse en la Internet, llegando incluso al estatus de preocupación y discusión colectiva de la nueva sociedad.

Para la publicación en la Web, no existen normativas de direccionamiento o reglamento, al contrario los únicos códigos que rigen son los códigos de conducta de la persona, que no son más que eso: códigos completamente voluntarios que no obligan a nada ni a nadie, pero cuando son suficientemente comentados y discutidos permiten que se vaya creando un cierto y muy necesario paso de concienciación, de sensación de “quién hace mal las cosas”.

La persona sin principios o con déficit de códigos de valores, empieza por un comentario descalificante ante una publicación, se sigue con lo directamente agresivo, y se acaba incluso en amenazas directas a fin de saciar su complejo psicológico. Un proceso similar que ya tuve el disgusto de experimentar en alguna ocasión y de poner en manos de la justicia ordinaria, que en el caso particular èsta ùltima desconocía sobre el funcionamiento básico de la comunicación con la optimizacion de las TICs, por tanto el fallo no fue tan imparcial como se lo hubiera querido.

El gran amigo Enrique Dans en su blog transcribe una publicación que Tim O’Reilly aunque en tono un tanto escéptico, los seis principios que se debe tomar en cuenta al momento de publicar un contenido o comentario en la Web:
  • Asume la responsabilidad no sólo por tus propias palabras, sino también sobre los comentarios que emites en tu blog.

  • Etiqueta tu nivel de tolerancia para comentarios abusivos.
    Considera eliminar los comentarios anónimos.

  • Ignora a los trolls. (un troll es una persona que busca intencionadamente interrumpir las discusiones en Internet).

  • Continúa la conversación fuera de Internet, habla directamente, o encuentra a un intermediario que pueda hacerlo.

  • Si conoces a alguien que se está comportando mal, hazlo saber.

  • No digas nada online que no podrías decir en persona.

Varios de los principios me evocan claramente el camino que he ido siguiendo mentalmente en los últimos tiempos y que me llevaron en su momento a escribir entradas progresivamente más duras y con respaldo de la fuente.

La aplicación de las normas de conducta en las publicaciones en la Web, lo estoy siguiendo con suma atención porque realmente creo que hablamos de algo muy importante, de sentar las bases para crear un entorno de conversación con unas reglas razonables en la red. Me niego a aceptar el derrotismo del “siempre ha sido así”, “siempre ha habido trolls” o “es parte de la naturaleza humana”. Se trata de un comportamiento asqueroso, repugnante y de cobardes de las personas con complejos psicológicos que hay que eliminar.

Se hace necesario dotar de lógica y de una base los comportamientos defensivos de quienes tenemos un sitio en la web y pretendemos defendernos de aquellos que no aspiran más que a llenarlo de porquerías. El código de conducta pone una necesaria discusión encima de la mesa, y en ese sentido, me parece muy, pero que muy recomendable tomar una actitud proactiva y de apoyo al mismo.

Mediante el desarrollo de un código ético que los bloggers (Comentaristas o autores de publicaciones) se pretende que ellos mismos hagan responsables de mantener limpia su casa. El código ético es para promover una discusión (cosa que estamos haciendo y me parece muy positiva), para reflexionar sobre el tema, y para proporcionar herramientas que justifiquen la acción de quien quiere borrar un comentario, ignorar a un troll, afear un mal comportamiento, etc. agarrándose a algo que ha sido consensuado por un grupo de personas a cuyo criterio, por lo que sea, otorga validez.

Una casa llena de basura no te inspira a mantenerla limpia. En algunos medios y páginas es ya imposible comentar sin que te caiga encima un aluvión de descalificaciones e insultos. El trollismo impide el desarrollo de verdaderas conversaciones, de genuinos intercambios de pareceres que podrían ser muy fructíferos.

A nuestro criterio la no utilización de las normas de conducta en las publicaciones se transforma en un verdadero CRIMEN contra la sociedad conversacional. Un crimen contra el que no se puede - ni se debe - luchar con las armas de la ley, salvo cuando se llegue a la difamación, la calumnia, la amenaza u otros delitos que ya estaban tipificados antes de existir Internet, y cuya naturaleza no ha cambiado por existir éste.

Me sigue pareciendo perfecto que se desarrolle un código ético y precisamente por su propia naturaleza: voluntaria, de referencia, de marco conceptual. Nunca de ley. Ni mucho menos de censura. En adelante si participa en una publicación Web, no olvide aplicar los códigos éticos que en esencia son adquiridas en el hogar y la familia.

Fuete: censorship, ethics code, Jim Wales, OReilly, participation, trolls Definición.org.

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