miércoles, julio 22, 2009

La música, un lenguaje que no tiene fronteras?


Un artículo interesante en www.genciencia.com que habla sobre la música como un lenguaje universal, y su magia transcultural que ha evolucionado con el hombre...

¿Cuál es el origen de la música? ¿Por qué es capaz de suscitarnos emociones tan intensas? ¿Por qué es tan elocuente, incluso atravesando culturas muy distintas entre sí? ¿Existe una gramática universal en la música al igual que existe en el lenguaje? ¿Por qué la evolución humana se cuidó de preservar el pentagrama en nuestra cabeza?

Steven Pinker sostiene que la música es sólo un derivado del lenguaje, un “postre auditivo” al que apenas hay que darle importancia. Pero según otros autores, la música es demasiado distinta del lenguaje como para ser explicada como una mera derivación evolutiva.

Steven Mithen, catedrático de Arqueología de la Universidad de Reading (Inglaterra), experto en investigación sobre la evolución humana y la arqueología cognitiva, sostiene otra postura distinta a la de Pinker

Mithen no cree que el lenguaje pueda haber derivado de la música, pues esta hipótesis no permite explicar las propiedades únicas del lenguaje. La alternativa de que la música y el lenguaje evolucionaron en paralelo como sistemas de comunicación completamente separados el uno del otro tampoco resulta una idea convincente: la música y el lenguaje comparten demasiados rasgos.

La posibilidad que Mithen admite como más probable es que hubiera un precursor común de la música y el lenguaje, un sistema de comunicación que tuviera las mismas características que hoy comparten lenguaje y música, pero que, en determinado momento, se dividieran en dos sistemas distintos en nuestra historia evolutiva.

Esta idea también la apoya el musicólogo Stephen Brown, que ha bautizado este precursor hipotético como musilengua. Brown considera que la musilengua formó una suerte de antiguo sistema de comunicación usado por los ancestros del ser humano. En determinado momento, la musilengua se dividió en dos sistemas separados y especializados. Uno se convirtió en la música y el otro, en el lenguaje.

Si esta hipótesis se revelara como cierta, las implicaciones de esta evolución intelectual convergente, desde los campos de la musicología y la lingüística, serían muy trascendentes para la comprensión de de la vida y el pensamiento de nuestros antecesores humanos.

Casualmente, esta hipótesis coincidiría con las ideas expuestas por Jean-Jacques Rousseau en su Ensayo sobre el origen de las lenguas, donde reconstruía la primera lengua como una especie de canción.

La próxima vez que escuchemos nuestra canción favorita y se nos erice el vello de los brazos, es posible que nos acordemos de las palabras de Mithen: otro ser humano se está comunicando con nosotros mediante una lengua que en el pasado formaba parte íntima de nuestro sistema de comunicación. Un libro y un pentagrama, pues, serían en esencia lo mismo.

Fuente: www.genciencia.com

No hay comentarios: